Quizás no sea la manera más adecuada de comenzar esta reflexión, pero creo que es necesario, hoy más que nunca, reivindicar palabras tan valiosas como: Renovar, transformar, personas, vida, cuidados, compartir, aprendizajes, experiencias, encuentro, (re)construir…. Espacio común.
Palabras con un significado/valor que debe ser abono necesario de unas raíces que nos conectan con el sentido de la vida. Raíces que no sólo nos sirven de soporte y alimento individual, sino que también nos brindan arraigo/pertenencia como colectivo. Nos recuerdan que realmente, y a pesar de la niebla espesa que muchas veces lo oculta, compartimos y formamos parte de algo mucho más importante. Esas raíces son esos vínculos profundos que nos mantienen unidas a la vida y al resto de personas.
Estas raíces/palabras son la seña de identidad de este regalo que es para todas el HUB Genera. Quizás porque las raíces están ocultas, es más fácil el poder olvidarlas, pero son de vital importancia, ya que nutren y sostienen lo que realmente es y será significativo. Un proverbio Tuareg dice:” las plantas que no tienen buenas raíces, se las lleva el viento…”.
Palabras/raíces que son estandarte de una ideología RADICAL. Porque van en contraposición de lo normativamente establecido, de un sistema que nos enferma.
Erich Fromm hablaba del “carácter social” como la estructura de carácter compartida por la mayoría de personas de la misma sociedad y cultura, y que tiene la función de moldear. Por lo tanto, este carácter social crea rasgos que al ser parte de la mayoría son considerados como cualidades positivas, como el machismo, la superficialidad, el materialismo, el capacitismo, el individualismo, la competencia despiadada, las discriminaciones, la injusticia, etc.
Formamos parte de una sociedad en la que hemos perdido el rumbo de lo que realmente es importante y valioso para las personas. Y cuando escribo valioso, me refiero al sentido de la vida. Nuestras raíces como sociedad se están debilitando. Y esto genera mucho sufrimiento y dolor.
Hace poco escuché a alguien comentar que el mejor antídoto para el dolor y el sufrimiento es el amor. El amor a otras personas, a tus creencias o ideales, a tu entorno, etc…
Y este es el motivo por el cual describo a la Comunidad GENERA como un regalo, porque en él se nos ofrece la oportunidad de poder conocer, reconocer, desempolvar esos valores que son los que realmente dan sentido a la vida. Nos abonan nuestras raíces.
En esta sociedad cada vez más impersonal y deshumanizada, este tipo de iniciativas nos hablan de personas, vida y cuidados personales y colectivos, y te recuerdan que, entre tanta crueldad, egoísmo e individualidad hay otra forma de hacer las cosas, que no estamos solas, solo puede que algo perdidas entre tanto ruido. La Comunidad Genera es como los brotes verdes que surgen en el cemento.
Es un regalo tener la oportunidad de vivir/sentir una experiencia única, de formar/sentirnos parte de una comunidad diversa que busca la transformación social a través de la construcción de conocimiento/saberes de manera colectiva. Y nos hace sentir que cuando CREES en algo tienes fortalezas.
La COMUNIDAD es el antídoto que ayuda a (re)tomar la consciencia de que otra manera de hacer las cosas es posible, que lo realmente importante y valioso en la vida se encuentra en ESPACIOS diferentes a los que la sociedad nos incita a consumir.
“Las personas fueron creadas para ser amadas. Las cosas fueron creadas para ser usadas. La razón por la que el mundo está en caos, es porque las cosas están siendo amadas y las personas están siendo usadas.”
John Green, Buscando a Alaska (2005)
Pilar Álamo Vázquez
Coordinadora del Programa de Igualdad de Salud Mental ATELSAM